Lo sé, lo sé, a este paso voy a ser como la canción Christmas in July, pero entre que en diciembre hice varios viajes y que luego han surgido otros temas más candentes sobre los que escribir, nos hemos plantado en mayo y no he compartido mi experiencia con las navidades en Iparralde.
El fin de semana del puente de la Inmaculada visitamos tres de sus localidades más emblemáticas para descubrir cómo se engalanan en estas fechas.
Biarritz
Un mercado navideño frente al mar, con algunas atracciones para los más pequeños, es uno de los grandes atractivos de esta ciudad tan señorial, junto con la preciosa iluminación del puente de piedra que lleva a Rocher du Basta.
Baiona
La joya de la corona, en lo que a Navidad se refiere. La capital de Lapurdi tiene un mercado con el mismísimo Olentzero, una noria gigante y desfile de Papa Noel.
Además del plato fuerte hasta 2023: la suelta de farolillos. Prohibidos a partir de este año, el día que acudimos se suspendió debido a las condiciones meteorológicas adversas, pero eso no impidió que muchas personas que ya los tenían en su poder los lanzasen igualmente. El espectáculo en el cielo era precioso.
San Juan de Luz
El pueblo costero tiene menos adornos que sus vecinos, pero siempre merece la pena pasear por sus calles y entrar en sus coquetas tiendas.
En definitiva, es una zona muy bonita y recomendable para recorrer y en días tan señalados aún más.
En 2024 me gustaría centrar mis escapadas navideñas en Cantabria que cada vez está apostando más por atraer este tipo de turismo.